Hace unos días leí un muy buen post acerca de las escalas para medir la magnitud de los terremotos, en la cual se comentaba la tergiversación de la prensa al comunicar los hechos científicos. Ese post volvió a mi cabeza a consecuencia de la noticia de la puesta en marcha del LHC. Se hace incapié en la partícula de Dios (o también la partícula divina), en que se está generando un nuevo Big-Bang y se nubla todo con un halo de peligrosidad (ya sea mediante la música, las imágenes que acompañan la nota, etc). Luego, en el trabajo, un amigo me comentó lo peligroso que es jugar con esas cosas.Es una pena ver que el conocimiento científico se tergiverse así. Es obvio que es necesario reducir su complejidad para comunicarlo a los que no somos expertos en el tema, pero de ahí a volverlo una fantasía me parece mucho. Y me preocupa mas que, en otras cosas de las que no estoy al tanto, me pueda estar creyendo cualquier información falsa.
Nos vemos en la próxima entrada.
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