miércoles, 7 de julio de 2010

La procrastinación, ese dulce enemigo.

El domingo pasado me levante temprano. A mi esposa le habían quedado pendientes unas clases por preparar y bueno, decició sacarse el tema de encima lo más rápido posible. Y yo me dije a mi mismo: "esta es mi oportunidad para avanzar con los apuntes del curso y terminar el paper sobre simulación". Me senté frente a la PC, abri el Open Office y me dispuse a comenzar con los apuntes. Luego de dos horas de trabajo resulta que:

  • Me puse al día con los feeds pendientes de los blog que sigo.

  • Me leí un cuento de Borges.

  • Revisé los tweets de la mañana.

  • Intenté actualizar el blog.

  • No avancé nada con el paper.

  • No redacté ni el 50% del contenido que había pensado para los apuntes.

¿Por que cuesta tanto ponerse a hacer algo?. No se ustedes, pero si no tengo presión de plazos para terminar algo, busco cualquier excusa para demorar su ejecución. Y éste cualquier cosa va desde hacer alguna tarea hasta buscar aprender aprender algo nuevo, pasando en el medio por distracciones menos productivas.

En fin, no se por que es tan complicado concentrarse en algo, mejor sigo continuando con la práctica para el curso.

¡¡¡Hasta la próxima!!!

2 comentarios:

  1. Gaby, es algo bastante común. Es psicológico, Wayne Dyer lo explica muy bien en su libro "Tus zonas erróneas". Seguramente hacer esa actividad te conlleva algún nivel importante de aburrimiento o disconformidad, por eso tu mente trata de desviarse con cualquier cosa que se te cruce.

    ResponderEliminar
  2. Si, creo que es bastante común, a mi me pasa bastante seguido :-P . Voy a tratar de conseguir el libro que me recomendaste, no lo conocía.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.